El Congreso dio este miércoles un paso importante al aprobar la modificación de la ley de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) que venía reclamando la oposición.
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Con 140 votos a favor y 80 en contra, la modificación fue un claro desafío al poder de Javier Milei, pero la pelea no terminó ahí.
Un artículo clave —el que establecía un plazo de 90 días para que el Congreso los trate— fue rechazado, y el texto deberá regresar al Senado.
Diputados aprobó cambios al control de los DNU y el debate volverá al Senado
El oficialismo respiró aliviado: la revisión posterga un eventual veto presidencial hasta después de las elecciones. Desde la Casa Rosada celebraron el respiro político, confiados en que el resultado de octubre les permita recomponer puentes con gobernadores y ex aliados.
La iniciativa, impulsada con apoyo transversal, modifica la ley sancionada en 2006 durante el kirchnerismo y busca que tanto Diputados como el Senado deban validar los DNU para que entren en vigor.
Así, bastaría con que una sola cámara los rechace para dejarlos sin efecto.
El punto más polémico fue el límite de 90 días, que cayó por unas pocas abstenciones y cambios de voto de último momento. Esa cláusula hubiera obligado al Congreso a tratar cada decreto en ese plazo o, de lo contrario, dejarlo sin vigencia.
La oposición considera que la reforma equilibra el poder entre el Ejecutivo y el Legislativo, mientras que los libertarios advierten que busca “atarle las manos” al Presidente.
Desde el PRO, algunos aliados circunstanciales coincidieron en que “ningún gobierno puede funcionar con un Congreso que bloquee todo”, y llamaron a discutir la reforma después de 2025.
Por ahora, Milei gana tiempo. Pero el debate por los DNU promete volver con más fuerza tras las urnas.