La autoproclamada presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, ordenó una sanguinaria represión contra los manifestantes que respaldan a Evo Morales y desde su asunción al día de la fecha, provocó un saldo de 32 víctimas fatales y cientos de detenidos en el Estado Plurinacional de Bolivia.
"Queridos compatriotas, lamentamos desde el corazón la muerte de nuestros hermanos en El Alto", aseguró en su primera parte, recordando las ocho muertes que dejó la jornada trágica del día miércoles, tras una sanguinaria violenta represión policial y militar.
Además, en su polémico mensaje, la presidenta del Gobierno de facto aseguró que son "un Gobierno de Paz", y pidió por la igualdad de todos los bolivianos: "Nos duele porque somos un Gobierno de Paz. Por eso le pido que nos unamos y reconstruyamos juntos la Bolivia por la que todos estamos luchando para que nunca más un boliviano esté por encima del otro", aseguró en su cuenta de Twitter.
Sobre el final, Áñez comentó que pondrá a disposición a su Gabinete: "Pido acompañar este encuentro a los organismos internacionales y también a la Iglesia. Que Dios bendiga a Bolivia", cerró en su mensaje.