El intento de censura del Gobierno de Javier Milei contra los periodistas que sigan revelando datos sobre lo que ocurre con el "Coimas Gate" volvió a quedar expuesto este martes en la Cámara de Diputados.
Te puede interesar
La comisión de libertad de expresión abrió un espacio para que los comunicados afectados puedan exponer sus denuncias, en un acto que se llevó la atención de los medios y el respaldo de legisladores.
Entre los convocados estuvo Mauro Federico, panelista de Argenzuela en C5N, quien se presentó acompañado de colegas que también habían sido blanco de presiones del Estado.
Mauro Federico en la comisión de libertad de expresión: "Esto un genocidio planificado”
Cuando le tocó su turno de exponer, Mauro Federico se mostró muy afectado al referirse a la realidad del país y al rol que cumple como periodista.
El panelista cuestionó con dureza al Gobierno y señaló: “No hubo una guerra. Nos mintieron, nos quisieron hacer creer que la discapacidad y la pobreza no son dos de las referencias y desgracias más espantosas que puede vivir una persona. Y para eso debería estar el Estado”.
Luego, Federico denunció que la gestión nacional utiliza mecanismos estatales para acallar investigaciones y silenciar a periodistas que denuncian irregularidades: “No tengo nada que ocultar: hago mi laburo y lo hago bien, por eso molestamos”, aseguró.
Además, el panelista se refirió a los recortes en el sector de discapacidad y a la situación de quienes dependen de pensiones: "Me angustio viendo a la gente en la puerta de la ANDIS porque le retiraron su pensión. 280 mil pesos a una persona que no le alcanza para morfar. Eso es un genocidio planificado, y por eso hacemos este laburo", relató, con la voz quebrada en varias ocasiones.
Federico también salió al cruce de las acusaciones del Ejecutivo sobre sus fuentes: “No son rusos, ni espías, ni extranjeros. Son laburantes, gente que fue despedida o que sigue ahí dentro, y directivos que saben lo que está pasando”, explicó, defendiendo su trabajo frente a la comisión.
En otra parte, enfatizó que los allanamientos y la presión estatal no lo intimidan: "Me chupa un huevo que me allanen. El teléfono este vale dos guitas, llévenselo. ¿Se piensan que no tengo un backup?. No tengo nada que ocultar: hago mi laburo y lo hago bien, por eso molestamos".
