La situación de la vacunación infantil en Argentina ha alcanzado niveles preocupantes en 2024, con menos de la mitad de los niños entre 5 y 6 años recibiendo las vacunas obligatorias del calendario. Este alarmante descenso se atribuye a varios factores, incluyendo la proliferación de discursos antivacunas, la falta de inversión en salud y la escasez de campañas de vacunación por parte del gobierno nacional de Javier Milei. Dudas por la metología implementada por el secretario de Salud, Mario Lugones.
En 2024, la cobertura de vacunación infantil ha caído a niveles récord, alcanzando cifras nunca antes vistas en la historia del país. Más de la mitad de los niños y niñas de entre 5 y 6 años no han recibido las vacunas requeridas antes del ingreso escolar. Por ejemplo, el refuerzo antipoliomielítico, que entre 2009 y 2019 se aplicó a más del 84% de los niños, se desplomó al 47,6% en 2024.
Aunque la poliomielitis no está presente en Argentina, su erradicación se logró gracias a la vacunación. Sin embargo, con los niveles de cobertura en descenso, la posibilidad de reintroducción de esta enfermedad se convierte en una amenaza real. La situación es similar con la vacuna triple viral, que protege contra paperas, rubéola y sarampión. Históricamente, esta vacuna tenía un índice de aplicación del 90%, pero en el último año descendió al 46,7%. Además, las vacunas obligatorias para los preadolescentes también han sufrido un derrumbe, con una caída de hasta 10 puntos porcentuales en los índices de inoculación.
La caída sostenida en estos grupos convive con el mensaje oficial del gobienro. El Ministerio de Salud incorporó en 2024 un indicador de “cobertura ampliada por cohorte”, que extiende la medición más allá del año calendario. El propio reporte explicó que “la evolución se debe a la incorporación del nuevo indicador”, que considera dosis aplicadas entre 2024 y los primeros ocho meses de 2025. Este cambio metodológico genera discrepancias entre los informes históricos y los valores difundidos recientemente, lo que obliga a observar los datos con atención para no confundir tendencias.
Ricardo Rüttimann, médico en la Fundación Centro de Estudios Infectológicos (FUNCEI), ha advertido que si no se cumplen los esquemas de vacunación obligatorios, las enfermedades "indefectiblemente van a volver a entrar porque no están erradicadas del mundo".
Consecuencias y Recomendaciones
La Organización Panamericana de Salud recomienda que los índices de vacunación se mantengan por encima del 85% entre niños y preadolescentes. Actualmente, en Argentina, apenas rondan el 50%. Rüttimann enfatiza la importancia de las vacunas, señalando que "son hiperseguras y efectivas", y cuestiona la creciente desconfianza hacia ellas.
El futuro de la salud infantil en Argentina depende de la acción inmediata para revertir esta tendencia preocupante y garantizar que las generaciones más jóvenes reciban la protección necesaria contra enfermedades prevenibles.