En medio de la disputa entre Javier Milei y Victoria Villarruel, que se vio profundizada en los últimos días por el viaje de la vicepresidenta a Tucumán que hizo quedar en ridículo al libertario y por la sanción de las leyes sobre jubilaciones y discapacidad en el Senado, se conoció nueva información acerca de la tan mentada relación entre Villarruel y el genocida Jorge Rafael Videla.
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Fue a través de la periodista Emilia Delfino, autora del libro La generala, la biografía no autorizada de la vice. Invitada al programa Hay Algo Ahí, que se emite por el canal de stream Blender, Delfino recordó la pertenencia de Villarruel al grupo denominado Jóvenes por la Verdad, décadas atrás.
"Entre las actividades que tenía Jóvenes por la Verdad, estaban las visitas a la casa de Videla. Ellos fueron dos o tres veces a verlo. Él los recibía de traje, vestido de civil. Estaba su esposa, se mostraba muy cariñoso. A ella le llamó la atención el cariño que se mostraba muy cariñoso y muy amable con su esposa Alicia Hartridge", señaló la periodista.
Pero lo más sorpresivo llegó después: "Las palabras con las que ella lo define es como un hombre ingenuo, un hombre muy correcto, muy bueno, muy pulcro y suave. Una palabra que me llamó mucho la atención", explicó.
Sin embargo, lo que podría parecer un elogio, para Villarruel era una especie de crítica o reproche incluso: "Ella usa esa palabra, le pareció un hombre suave. Es su impresión. Ella se fue muy desilusionada", agregó Delfino.
En ese punto, su colega Manu Jove, uno de los habituales presentes en la mesa de Blender, inquirió: "Cuando ella habla de suave es como quien le dice tibio, lo corre por derecha a Videla". Ante eso, la autora del libro asintió y dio por válida la interpretación.
Y como para que no quedara ninguna duda acerca de la posición de Villarruel, concluyó: Sí, como un hombre que además no supo, no estuvo a la altura de las circunstancias, para ella".