La Corte Suprema de Brasil confirmó este martes la condena a 27 años de prisión contra Jair Bolsonaro por su rol en el intento de impedir la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva en 2022.
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La definición llegó después de que la defensa del exmandatario renunciara a presentar nuevas apelaciones. Con eso, la Primera Sala del Supremo declaró concluido el proceso.
Bolsonaro ya no podrá recurrir la sentencia. Ahora sólo resta definir cómo cumplirá la pena.
La Corte de Brasil ratificó la pena a 25 años a Jair Bolsonaro por "golpismo"
La Justicia determinó que Bolsonaro siga detenido en la sede de la Policía Federal. Allí ocupa una pequeña sala de 12 metros cuadrados.
El ex presidente fue trasladado el viernes pasado. Hasta entonces cumplía arresto domiciliario, pero fue removido luego de intentar dañar la tobillera electrónica que controlaba sus movimientos.
Ante el juez, Bolsonaro negó que la maniobra buscara una fuga. Atribuyó su comportamiento a una “paranoia” y “alucinaciones” provocadas por medicamentos para tratar “una depresión y otros problemas de salud”.
Salud frágil y pedido de domiciliaria
El líder ultraderechista, de 70 años, mantiene un estado de salud deteriorado. Sufre crisis de ansiedad, hipo persistente y vómitos.
Él mismo relaciona estos problemas con la puñalada que recibió en 2018 y que lo llevó a varias cirugías abdominales.
Su defensa ya anticipó que insistirá con un pedido de arresto domiciliario por motivos “humanitarios”, amparándose en su edad y en su condición médica.
Jair Bolsonaro recibió una pésima noticia: la Corte rechazó las apelaciones de su defensa y confirmó la pena de 27 años
La Primera Sala del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil rechazó este viernes las últimas apelaciones del ex presidente Jair Bolsonaro y confirmó la sentencia de 27 años de cárcel por intento de golpe de Estado, dictada en septiembre.
El magistrado Alexandre de Moraes, relator del caso, fue el primero en pronunciarse y su voto fue secundado en las horas siguientes por los jueces Flávio Dino, Cristiano Zanin y Cármen Lúcia en contra del recurso presentado por la defensa del ex mandatario en una sesión que transcurrió de modo virtual.
De igual forma, el resultado no será oficial hasta finalizado el plazo establecido por el tribunal, a la medianoche del 14 de noviembre.
"No hubo ninguna omisión" en la sentencia que "declara las circunstancias judiciales desfavorables" para Bolsonaro, por lo que se considera "inviable el argumento defensivo", indicó De Moraes en el voto que publicó en el sistema electrónico del tribunal, unos argumentos que fueron compartidos por Dino, Zanin y Antunes. El juez Luiz Fux, hasta ahora integrante de la Primera Sala y que en la fase anterior había aceptado algunos alegatos de la defensa de Bolsonaro, acaba de separarse del colegiado y optó por no participar en esta fase final del proceso.
Las apelaciones analizadas, conocidas en la jurisprudencia brasileña como "embargo de declaración", eran los últimos recursos que podían intentar los abogados de Bolsonaro y, una vez negados, el proceso será dado oficialmente por concluido. Aún así, la defensa del líder de la ultraderecha podría intentar otra apelación, aunque a sabiendas de que sería negada de oficio. Es un tipo de recurso que se permite cuando una sentencia es dictada por solo un voto de diferencia, pero en el caso de Bolsonaro el resultado fue 4-1 por su culpabilidad y condena, con lo cual esa posible apelación sería archivada sin siquiera ser analizada.
Actualmente, Bolsonaro permanece en prisión domiciliaria preventiva, impedido de realizar declaraciones públicas o utilizar redes sociales. Al confirmarse la negativa definitiva al recurso, queda abierta la vía para una apelación adicional, aunque esta podría descartarse sin entrar en consideración de fondo. Si no prospera, la condena comenzará a ejecutarse formalmente, colocándolo ante la perspectiva de ingresar a prisión.
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La condena de Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado
Bolsonaro fue condenado tras ser considerado culpable de haber tramado una conspiración para impedir la toma de posesión del actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, quien lo venció en las elecciones de octubre de 2022. Ese complot, que Bolsonaro nunca reconoció, habría llevado al asalto de las sedes de los tres poderes del Estado el 8 de enero de 2023, cuando miles de activistas de la ultraderecha intentaron convencer a las Fuerzas Armadas de derrocar a Lula, que había asumido una semana antes.
Tras la condena, el bolsonarismo impulsó un proyecto de ley de amnistía en el Congreso que beneficiaría al expresidente y a los participantes de los disturbios de aquel 8 de enero. Sin embargo, la iniciativa se desinfló después de grandes protestas en varias ciudades de Brasil.
El proceso contra el mayor líder de la derecha brasileña avanza mientras Brasil y Estados Unidos recomponen su relación bilateral, tensionada precisamente por este juicio. Una campaña en Estados Unidos del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del exmandatario, contribuyó a que Donald Trump impusiera aranceles punitivos del 50 por ciento a las exportaciones brasileñas. Lula se encontró con Trump en octubre en Malasia para conversar sobre los aranceles y anticipó "buenos acuerdos para ambos países".