Luego del sangriento operativo policial que ya lleva más de 100 muertos en Río de Janeiro, Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva volvió de urgencia a su país el martes a la noche, en medio de una gira en Asia, y convocó a sus ministros. Ahora se espera que el gabinete analice la situación en la ciudad.
Luego de convocada una reunión de emergencia entre el gobierno de Brasil y las autoridades de Río, Lula se reúne este miércoles por la mañana con el vicepresidente Geraldo Alckmin y los ministros Rui Costa (Jefe de Gabinete); Gleisi Hoffmann (Relaciones Institucionales); Sidônio Palmeira (Comunicación Social) y Macaé Evaristo (Derechos Humanos).
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Todos juntos abordarán la crisis de seguridad en Río de Janeiro en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la presidencia, según informó O Globo.
Lula volvió de urgencia a Brasil tras la crisis en Río de Janeiro
Según indicó el medio, funcionarios del gobierno señalaron que "el presidente no comprendió la magnitud de la crisis" durante sus vuelos de regreso desde el sudeste asiático debido a una falta de comunicación.
En esa línea, un miembro de la delegación de Lula en el sudeste asiático declaró a O Globo "que no sabía nada de la crisis de seguridad pública en Río hasta que aterrizó en Brasilia". En la reunión con el vice, representantes de las fuerzas de seguridad federales declararon no haber sido informados previamente sobre el operativo en Río.
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Guerra entre narcos y la Policía en Brasil: los enfrentamientos en Río de Janeiro ya habrían dejado más de 100 muertes
Río de Janeiro intenta recuperarse luego de que este martes se haya llevado a cabo una extensa operación policial contra el Comando Vermelho, la organización criminal más poderosa de Brasil, en la zona norte de la ciudad. La acción, considerada la más sangrienta en la historia local, terminó con más de 130 muertos, generando conmoción.
En medio de la crisis, el gobernador Cláudio Castro, alineado con el bolsonarismo, acusó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva de no brindar apoyo y aseguró que ya recibieron "tres negativas" para el envío de fuerzas federales. Sin embargo, el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, negó haber recibido cualquier solicitud de ayuda, generando un cruce directo entre el Estado y el gobierno nacional.
Según el Centro de Operaciones y Resiliencia de Río (COR-Rio), alrededor de las 6 la ciudad regresó a la fase 1 de evaluación de riesgo urbano, lo que indica condiciones normales en términos operativos. Sin embargo, en las calles el panorama es otro: avenidas despejadas, comercios aún cerrados y un silencio inusual que contrasta con el bullicio característico de la “Cidade Maravilhosa”.
Río de Janeiro vuelve a la normalidad, pero con temor
Todas las vías principales se encuentran abiertas al tránsito desde la madrugada. La última en reabrirse fue la autopista Grajaú-Jacarepaguá, en dirección a Jacarepaguá, a las 2.45. El sistema de metro funciona con normalidad en sus líneas 1, 2 y 4, al igual que los trenes de SuperVia, que confirmaron la prestación habitual del servicio. Aun así, las cámaras de vigilancia muestran un movimiento vehicular muy inferior al habitual, especialmente en zonas céntricas como la Avenida Brasil, la Linha Vermelha y la autopista Lagoa-Barra.
Los colectivos urbanos también operan con normalidad, aunque las autoridades recomiendan a los pasajeros verificar sus recorridos directamente con las empresas, ante posibles modificaciones de última hora. Las paradas de transporte público en la Zona Sur, como las de Rua Voluntários da Pátria y Praia de Botafogo, amanecieron casi desiertas, reflejo de la cautela con la que los cariocas enfrentan este día posterior al operativo.
Megaoperativo en Río de Janeiro: los criminales atacaron a la policía con drones
En una inédita escalada de violencia en Río de Janeiro, criminales del Comando Vermelho recurrieron a drones para atacar a las fuerzas de seguridad durante la operación policial más grande de los últimos meses. El saldo preliminar de la intervención, realizada este martes en los complejos de la Penha y del Alemão, es de al menos 60 fallecidos y 80 detenidos.
La acción, denominada Operación Contención, movilizó a unas 2.500 personas entre la Policía Civil y la Policía Militar, con el objetivo de cumplir 100 órdenes de detención y 150 de registro y aprehensión contra miembros de la facción.
Lo que marcó la intervención fue el uso de drones por parte de los criminales: los aparatos sobrevolaron a los agentes del Coordenadoria de Recursos Especiais (Core), unidad de élite de la Policía Civil, lanzando artefactos explosivos. Aunque no se reportaron heridos por estos dispositivos, la Policía confirmó la muerte de al menos cuatro agentes durante los enfrentamientos.