Creada en 1957 por Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López, esta historia fue pionera en situar una invasión extraterrestre en Buenos Aires, cuando hasta entonces solo Nueva York o Londres eran imaginados como escenarios del apocalipsis. Pero El Eternauta no es solo ciencia ficción: es un espejo brutal de nuestra historia, un relato que prefiguró la violencia de la dictadura militar y anticipó la tragedia personal de Oesterheld, desaparecido junto a sus cuatro hijas durante el régimen.
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Durante décadas se soñó con llevar esta obra a la pantalla, y fue Netflix quien finalmente apostó por convertirla en una superproducción global. Pero lo que hace aún más potente este proyecto es la presencia de Ricardo Darín, el actor más reconocido y querido de la región, al frente del reparto. Darín, quien debuta en formato de serie encarnando a Juan Salvo —en esta versión, un veterano de Malvinas marcado por la guerra—, aporta una profundidad única al personaje, convirtiendo su puntería y temple en símbolos de la última defensa de la humanidad.
Darín no necesita presentación: protagonista de El secreto de sus ojos —la película que le dio a Argentina su segundo Oscar—, ícono inolvidable en Relatos Salvajes como el explosivo Bombita, y figura clave del teatro y el cine argentino desde niño, su carrera es un testimonio del talento nacional que trasciende fronteras. A lo largo de su trayectoria, Darín ha sabido rechazar ofertas de Hollywood, incluso cuando el mismísimo Tony Scott lo quiso como villano en Hombre en llamas, manteniendo así una fidelidad admirable a su país y a sus raíces artísticas.
El Eternauta es mucho más que un éxito de Netflix: es un triunfo del cine argentino, de su narrativa potente, de su capacidad para dialogar con el pasado y el presente. Y Darín, a sus 68 años, es un símbolo viviente de ese cine que se reinventa y sigue conmoviendo a nuevas generaciones. Su compromiso con el público joven y con historias que nos interpelan como sociedad confirma que, en sus manos, el arte argentino no solo resiste: brilla.