El pasado miércoles 18 de junio, a las 14:00, Trenes Argentinos Operaciones activó su protocolo de emergencia tras recibir una amenaza telefónica de extrema gravedad. La alerta ingresó a través del CATE (Central de Atención Telefónica de Emergencias) 911, cuando un individuo que se identificó como “Brian”, supuesto militante del Movimiento Obrero, aseguró haber colocado 17 dispositivos en los andenes de las estaciones Constitución, Lanús, Lomas de Zamora y Temperley, con la intención explícita de provocar descarrilamientos de formaciones de la línea Roca.
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Según detalló el autor de la amenaza, los artefactos habrían sido colocados para generar un siniestro de gran magnitud, advirtiendo que “la tragedia de Once iba a ser un poroto” en comparación. El hecho tomó mayor relevancia porque coincidió, en horario y fecha, con la movilización multitudinaria a Plaza de Mayo, generando aún más tensión entre usuarios y autoridades.
De forma inmediata, Trenes Argentinos puso en marcha su protocolo de seguridad, dando intervención a la División Roca de la Policía Federal Argentina, que se desplegó en las estaciones señaladas para realizar inspecciones exhaustivas y garantizar la seguridad de pasajeros y trabajadores. A la par, el Juzgado Federal de turno recibió la denuncia para investigar la procedencia de la llamada y dar con el responsable de la amenaza, que encuadra en el delito de infundir temor público, castigado con penas de dos a seis años de prisión.
Este episodio se suma a una escalada de intimidaciones contra el sistema ferroviario: apenas una semana antes, el miércoles 11 de junio, también se recibió una amenaza de bomba sobre la línea Roca. En aquella ocasión, el mensaje advertía sobre la inminente explosión de ambos andenes, condicionada a la liberación de Cristina Kirchner. La denuncia se realizó durante otra jornada de movilización popular, reforzando la hipótesis de que estas amenazas buscan sembrar miedo en contextos de protesta social y alta tensión política.
Mientras tanto, las fuerzas de seguridad mantienen controles reforzados en la línea Roca para prevenir cualquier intento de sabotaje y garantizar el servicio. Autoridades pidieron a la población mantener la calma, colaborar con las inspecciones y denunciar de inmediato cualquier situación sospechosa.
(La imagen de la tapa es ilustrativa)