Daniel Parisini, conocido en redes como El Gordo Dan, uno de los referentes del “brazo armado digital” de Javier Milei, vive su semana más difícil desde que saltó a la fama como vocero no oficial de La Libertad Avanza (LLA). Marginado de las listas legislativas en la provincia de Buenos Aires, blanco de memes y denuncias judiciales, Parisini quedó expuesto como símbolo de las tensiones dentro del ultraliberalismo gobernante.
Afuera del armado bonaerense
Conocido más por su virulencia en redes que por su capacidad para abrir debates políticos de fondo, Parisini fue noticia en las últimas horas al quedar excluido del armado de listas de LLA para las elecciones legislativas del próximo 7 de septiembre. Mientras en redes circulaban memes y burlas sobre su ausencia, en el terreno político real la secretaria general de la Presidencia y líder indiscutida de las decisiones partidarias, Karina Milei, se ocupaba personalmente de cerrar las candidaturas bonaerenses.
Las listas fueron diseñadas con mano firme por la propia Karina, en coordinación con Eduardo “Lule” Menem y Martín Menem, e incluso con un guiño al PRO. El resultado dejó fuera a Parisini y también a otros personajes del ejército de trolls libertarios, como Agustín Romo. Ninguno de ellos figurará en las boletas ni tendrá cargos que disputar en las ocho secciones electorales de la provincia. Ganó “la casta”.
Denuncias y pedidos de tanques
A la mala noticia electoral se sumó una denuncia judicial que lo involucra directamente. Un grupo de legisladores nacionales de Unión por la Patria presentó una acusación contra Parisini y otros usuarios influyentes afines al oficialismo por “incitación a la violencia” y por emitir mensajes con fuerte contenido antidemocrático durante la última sesión del Senado. En esa oportunidad, en medio del debate sobre el aumento a los jubilados y la emergencia en discapacidad, desde las cuentas libertarias se pidió “dinamitar el Congreso” y “sacar los tanques a la calle”.
El episodio puso en evidencia la tensión entre el discurso agresivo en redes y las responsabilidades políticas, una grieta que el propio Gobierno intenta controlar para evitar mayores costos institucionales.
Un legislador denunciado y otro traspié
Por si fuera poco, Parisini también tuvo que salir a despegarse de Pablo Emanuel López, exconcejal salteño de LLA y hasta hace pocos días uno de sus protegidos en las redes, quien fue denunciado por extorsión sexual contra una militante. En un posteo, Parisini ofreció disculpas públicas por haberlo apoyado:
“Pido disculpas públicas por el endorsment que le di a este hijo de puta. La política y los armados políticos nacionales son gigantescos, hay mucha gente, muchos cargos, electorales y no electorales, y por una cuestión estadística se te va a colar siempre algún psicópata, algún degenerado o algún delincuente”, escribió.
La combinación de estos fracasos, denuncias y desmentidas dejó a El Gordo Dan en el centro de las críticas y las bromas, con su figura cada vez más cuestionada tanto dentro como fuera de La Libertad Avanza.
Lo que queda claro tras esta semana es que, por más ruido que hagan en las redes, los trolls favoritos del oficialismo no lograron traducir su influencia virtual en lugares reales de poder. Y su estilo incendiario, lejos de abrir debates políticos, parece cada vez más un problema para la propia fuerza que dicen defender.