La escena fue tan simbólica como dolorosa. Frente a la sede salteña de La Libertad Avanza, conocida como “La Casa de la Libertad”, un grupo de familiares y cuidadores de personas con discapacidad se concentró con carteles cargados de bronca: “Emilia, ¿dónde está tu hermana discapacitada ahora?”, “De llorar con nosotros a traicionarnos”.
No había banderas partidarias, solo indignación. Las cámaras de celulares registraron cada consigna y cada lágrima. Detrás de esas pancartas había años de militancia compartida con una dirigente que, según denuncian, los abandonó: María Emilia Orozco, hoy diputada nacional y candidata a senadora por el espacio de Javier Milei.
Los videos del reclamo, ocurrido en agosto de 2025, se viralizaron rápidamente con los hashtags #EmiliaOrozcoTraiciona y #NoAlVetoDiscapacidad, convirtiéndose en tendencia nacional. El motivo: exigirle explicaciones a la legisladora por su voto a favor del veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad, una norma que buscaba restablecer fondos para terapias, medicamentos y prestaciones suspendidas desde el inicio del gobierno libertario.
Del llanto en las marchas a la defensa del ajuste
Durante su etapa como concejal en Salta (2019–2023), Orozco fue una presencia habitual en las marchas por los derechos de las personas con discapacidad. Se la vio abrazando madres, terapeutas y manifestantes, y denunciando que “el Estado les daba la espalda a los más vulnerables”. En cada entrevista, contaba su historia personal: la de una hermana con discapacidad que —según decía— la inspiraba a luchar por la inclusión.
Esa imagen sensible y comprometida la proyectó como figura pública, hasta que fue convocada por Javier Milei para integrar las listas de La Libertad Avanza. Desde entonces, su discurso cambió drásticamente.
Ya en el Congreso, Orozco respaldó las políticas de ajuste fiscal y se convirtió en una de las voces más duras en defensa de la “austeridad sin privilegios”. Las palabras “empatía” y “derechos” fueron reemplazadas por “eficiencia” y “orden presupuestario”. En lugar de denunciar los recortes, los justificó como una medida necesaria para “depurar el sistema”.
El veto que encendió la bronca
El veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad —aprobada por amplia mayoría parlamentaria— fue el detonante. La iniciativa había surgido de organizaciones sociales y profesionales del sector, que denunciaban el colapso del sistema y la falta de fondos para prestaciones básicas.
Orozco no solo apoyó el veto, sino que defendió públicamente la decisión presidencial. “Esa ley no era la salida; no podemos seguir gastando sin control”, dijo en declaraciones radiales. Para los familiares, sus palabras fueron una puñalada.
“Hace años venía a reclamar con nosotros y lloraba. Hoy nos vota en contra, olvidándose incluso de su hermana discapacitada”, relató una de las manifestantes frente a las cámaras. La frase, repetida hasta el cansancio en redes sociales, se transformó en símbolo de la desilusión.
Ausente ante el reclamo y envuelta en polémicas
El 6 de agosto, decenas de familias marcharon hacia la sede de LLA en Salta, donde esperaron durante horas a la diputada. Orozco nunca salió a recibirlos. Ese mismo día, trascendió que se encontraba grabando un spot de campaña. La escena fue interpretada como una muestra de desprecio.
“Nos ignoró. Ella sabe quiénes somos, compartió mates, abrazos, lágrimas. Y ahora ni siquiera da la cara”, dijo una de las madres presentes.
El malestar creció al recordarse otro episodio polémico. En junio de 2025, Orozco viajó a Israel y Dubái junto a una comitiva de funcionarios libertarios. El viaje fue financiado parcialmente por la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) bajo el argumento de una “capacitación en accesibilidad”, pero los gastos en hoteles de lujo y compras personales encendieron las alarmas. Una investigación del periodista Juan Alonso reveló que los fondos provenían de partidas destinadas a la compra de insumos médicos y sillas de ruedas.
Denuncias por fondos y silencio institucional
A las críticas por el veto y el viaje se sumaron nuevas denuncias. Exasesores de la diputada afirmaron haber sido presionados para aportar parte de sus sueldos a una “caja partidaria” de La Libertad Avanza en Salta.
Además, Orozco preside la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados, pero desde su asunción no convocó a una sola reunión, lo que generó malestar incluso dentro del bloque oficialista.
De símbolo de empatía a rostro de la indiferencia
En pocos años, María Emilia Orozco pasó de ser la voz de las familias de personas con discapacidad a convertirse en su principal decepción. Para quienes la acompañaron en las marchas, su cambio resume el giro ideológico del espacio que representa: de la sensibilidad social al ajuste sin miramientos.
“Nosotros seguimos en el mismo lugar: defendiendo a nuestros hijos. Ella fue la que se movió”, concluyó una madre salteña.
La frase resume el sentimiento de miles de familias que hoy, tras sentirse traicionadas, reclaman que la causa por la discapacidad no sea usada como trampolín político.