El parque industrial riojano sufre un nuevo revés tras la confirmación del cese definitivo de operaciones de Hilado S.A. La compañía de confecciones anunció que bajará sus persianas de forma permanente, una medida que resultará en la desvinculación de 60 operarios a partir del primer mes de 2026.
La noticia, comunicada formalmente el 15 de diciembre, fue ratificada por Gustavo Castro, representante del Sindicato de Trabajadores de la Confección. El dirigente gremial describió un panorama de declive sostenido, producto de una retracción económica que castiga al rubro desde hace dos años.
Lo que comenzó como una apuesta al crecimiento terminó en un cierre abrupto. A principios de 2025, la firma operaba con 140 empleados y proyectaba la inauguración de una nueva infraestructura diseñada para alcanzar una plantilla de 500 trabajadores. No obstante, el desplome del consumo interno y la inactividad del sector desmoronaron el plan.
“La fábrica arrancó el año con 140 trabajadores, pero la recesión y la baja demanda obligaron a reducir el personal hasta quedar en apenas 58”, detalló Castro al explicar cómo la nómina se redujo a menos de la mitad antes del desenlace final.
Las causas del colapso
Según el análisis sindical, el factor que precipitó la caída fue la pérdida de contratos con firmas de indumentaria de primera línea. “La empresa dejó de recibir encargos clave y eso hizo imposible sostener la planta en funcionamiento”, aseguró el delegado.
A esta situación se suman variables del contexto macroeconómico que asfixian a la industria nacional:
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Apertura de importaciones y competencia de productos extranjeros a bajo costo.
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Deterioro del poder de compra de los salarios.
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Recesión prolongada bajo las actuales directrices económicas.
Indemnizaciones y contexto provincial
Pese al impacto social, se informó que Hilado S.A. —integrante del grupo TN Platex— cumplirá con el pago total de los resarcimientos económicos según la ley.
Sin embargo, el cierre no es un evento fortuito. Es parte de un proceso de desindustrialización en la provincia que, según registros gremiales, se ha cobrado más de 500 empleos textiles desde 2020. El caso de Hilado S.A. se convierte así en un nuevo exponente de la vulnerabilidad de la producción local frente a la política de desregulación y apertura impulsada por la administración de Javier Milei.
