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Debido al juicio por el default de 2001, la justicia de Estados Unidos embargó u$s210 millones a la Argentina

La decisión, que fue oficializada por la jueza Loretta Preska y se ejecutará mañana, beneficiará al fondo Attestor. 

Viernes, 07 de febrero de 2025 a las 10 00

Por Thomas Dos Reis

Viernes, 07 de febrero de 2025 a las 10:00

La jueza Loretta Preska autorizó el embargo de u$s210 millones correspondientes al colateral de los Bonos Brady, una decisión que intensifica la presión sobre el país en su conflicto con los tenedores de bonos en default. Además, ordenó la congelación de otros u$s100 millones hasta que Attestor Master y Bainbridge Fund, dos grupos de acreedores de deuda en default, resuelvan su disputa sobre esos fondos.

Esto se suma a la reciente ejecución de una garantía por u$s325 millones en el caso del Cupón PBI en Londres, aumentando la presión sobre Argentina en los tribunales internacionales. Tiempo atrás, la Justicia de EE.UU le ordenó a la Argentina a dar información sobre el oro del Banco Central.

La medida tenía el precedente negativo de que, en enero, la Corte Suprema de los Estados Unidos habilitó a que se embarguen activos que tiene el Estado argentino por el reclamo de una deuda impaga a los tenedores de bonos.

Asimismo, la información llega al día siguiente de que el FMI no dijera absolutamente nada sobre el nuevo acuerdo para un préstamo adicional que espera la Argentina para poder abandonar el Cepo.

Según el consultor Sebastian Maril, el fallo representa un punto de inflexión en las disputas legales que Argentina mantiene con los denominados holdouts, inversores que rechazaron participar en las reestructuraciones de deuda anteriores.

La orden judicial se ejecutará a través de la Reserva Federal de Nueva York, donde se procederá al congelamiento de los fondos correspondientes.

 

El trasfondo de la medida

Los acreedores, conocidos por su posición de holdouts desde el default de 2001, lograron obtener fallos favorables para embargar activos de Argentina, debido a que no recibieron pagos en los procesos de reestructuración de deuda. En este caso, Attestor Master tiene derecho sobre u$s460 millones, y Bainbridge Fund, sobre u$s100 millones. La Corte Suprema de EEUU rechazó en enero la apelación presentada por Argentina, lo que dejó en pie la orden de embargo de la jueza Preska.

Esta pelea mete en el terreno a los activos argentinos ligados al colateral de los bonos Brady, los cuales habían sido entregados como garantía para el pago de la deuda reestructurada en los años 90. En 2023, Argentina culminó el pago de sus obligaciones, lo que liberó ciertos activos. Sin embargo, la reciente disputa resultó en nuevos embargos, sumando más presión sobre el país.

Si bien otros fondos, como Bainbridge Fund, intentaron ampliar el embargo, la jueza Preska solo autorizó la congelación de u$s100 millones. En cuanto a los fondos involucrados, como Attestor Master, Trinity Investments, y Bison Bee LLC, se trata de tenedores de deuda argentina que no participaron en los canjes realizados por el país en 2005, 2010 y 2016, y que ahora buscan recuperar su inversión mediante el embargo de activos del Estado argentino.

Este nuevo embargo a los activos argentinos resalta la persistencia de los holdouts en su lucha por cobrar deuda impaga desde el default de 2001. La decisión de la jueza Preska, sumada al rechazo de la apelación de Argentina por parte de la Corte Suprema de EE. UU., refuerza la presión sobre el país en un contexto económico complicado.

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