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Obligaciones Negociables (ON): cobrar intereses y dolarizar parte del ahorro desde el celular

En un mercado inestable, las obligaciones negociables se consolidan como una opción para quienes buscan ingresos previsibles en dólares y mayor control sobre su flujo de caja. Con emisiones adaptadas a distintos perfiles, permiten planificar cobros, diversificar inversiones y acompañar el desarrollo productivo.

Jueves, 23 de octubre de 2025 a las 12 10

Por Redacción

Jueves, 23 de octubre de 2025 a las 12:10

 

Obligaciones Negociables (ON): cobrar intereses y dolarizar parte del ahorro desde el celular

En un mercado que cambia de humor a gran velocidad, tener ingresos programados en moneda dura puede marcar la diferencia. Si buscás combinar previsibilidad de cobros con una vía concreta para acercarte al USD, una alternativa directa son las obligaciones negociables, que podés seguir desde el teléfono con información clara sobre cada emisión y su calendario.

Cómo nacen estos títulos y qué hay detrás de cada emisión

Las ON son deuda que emiten las empresas para financiar proyectos, capital de trabajo o refinanciar pasivos. Todo arranca con un prospecto, donde la compañía explica para qué usará los fondos, cuál es la estructura de pagos (intereses y devolución de capital), qué garantías ofrece —si las hubiera— y bajo qué ley se rige la emisión.
Suele participar un consorcio de colocadores y, en muchos casos, una calificadora publica un reporte con su visión del riesgo corporativo. Ese “detrás de escena” es clave porque permite entender si el dinero que prestás estará apuntalando, por ejemplo, la ampliación de una planta, la compra de maquinaria o el reemplazo de deuda más cara.

¿Primaria o secundaria? Dos puertas de entrada distintas

Tenés dos momentos para participar. En el mercado primario, te suscribís durante la ventana de oferta: indicás cuánto querés invertir y, al cierre, la empresa adjudica según las condiciones del tramo minorista. Es una forma de entrar desde el inicio y, a veces, con mínimos de suscripción accesibles.
En el mercado secundario, en cambio, comprás y vendés la misma ON una vez que ya cotiza en la bolsa. Ahí el precio puede moverse según la demanda del día, las noticias de la empresa o los cambios de tasas. Elegir una vía u otra depende de si te interesa asegurarte la participación en la emisión o esperar a que aparezca en pantalla para decidir con más contexto.

Calendarios que ordenan tu caja

Una de las ventajas más prácticas de las ON es la posibilidad de alinear cobros con necesidades reales. Hay emisiones que pagan intereses trimestrales y devuelven todo el capital al final (bullet), y otras que amortizan una parte del capital en cuotas antes del vencimiento final.
Para el ahorrista, eso se traduce en usar los cupones como ingreso extra cada tres o seis meses —útil para cuotas de educación o servicios anuales—, o preferir amortizaciones parciales que reduzcan gradualmente la exposición y liberen efectivo a mitad de camino.
Elegir un calendario compatible con tu agenda (impuestos, vacaciones, equipamiento) evita ventas apuradas y mejora la organización cotidiana.

ON PyME y ON simples: un puente para montos menores

Además de las emisiones grandes, existen formatos pensados para compañías medianas que se financian con aval de una SGR o con estructuras simplificadas. Para el inversor de a pie, esto suele traducirse en montos mínimos amigables y en la posibilidad de apoyar sectores productivos específicos (alimentos, energía, logística, salud) sin dejar de lado la trazabilidad de un valor negociable.
Es habitual que estas colocaciones detallen con precisión el destino de los fondos (por ejemplo, capital de trabajo estacional), lo cual ayuda a evaluar si la actividad del emisor se alinea con tu tesis.

Qué mirar antes de participar

  • Destino de los fondos. Inversión productiva, refinanciación, capital de trabajo: cada uso tiene riesgos y horizontes propios.

  • Estructura de pagos. ¿Intereses trimestrales o semestrales? ¿Devolución total al final o amortizaciones parciales? Eso define tu flujo de caja.

  • Garantías y avales. Si la emisión está garantizada por activos o por una SGR, anotalo: puede cambiar el perfil de riesgo percibido.

  • Sector y escala del emisor. Empresas con ciclos estacionales o reguladas pueden tener dinámicas de caja particulares.

  • Cronograma de suscripción y liquidación. En primaria, revisá fechas para no quedarte afuera; en secundaria, verificá días y horarios de negociación.

  • Aspectos fiscales. Considerá el tratamiento impositivo y consultá a tu asesor para entender el impacto neto según tu situación.
     

Un enfoque de planificación diferente

En lugar de pensar solo en “la tasa”, poné el foco en el mapa de ingresos y egresos de los próximos 3 a 12 meses: qué gastos tenés fechados, qué cobros esperás y cuánta liquidez querés conservar.
Con ese mapa, las ON funcionan como piezas de encastre: elegís el calendario que mejor calza con tus citas financieras y definís si preferís cupones periódicos, devolución bullet al final o amortizaciones graduales.
Esa lógica hace que el instrumento no sea solo una apuesta, sino una herramienta de organización de la vida financiera.

Integrar ON a tu cartera puede darte un hilo conductor en medio de la volatilidad: ingresos calendarizados, documentación pública para analizar cada caso y la posibilidad de participar tanto en colocaciones nuevas como en activos que ya cotizan. Operarlas desde la app de Cocos simplifica el seguimiento y te deja ajustar la ruta con agilidad cuando cambian las condiciones del mercado o tus prioridades personales.

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