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Recorte histórico en educación: el Gobierno prevé invertir hasta 57% menos que en 2023

Mientras se mantiene el uso del presupuesto prorrogado y se agrava la inflación, el deterioro del sistema educativo ya se siente en todo el país.

Jueves, 12 de junio de 2025 a las 20 50

Por Ezequiel Bucetto

Jueves, 12 de junio de 2025 a las 20:50

En medio del ajuste económico que atraviesa el país, la educación vuelve a ser una de las áreas más golpeadas por la baja del gasto público.

Según un informe del grupo Economía Política Ciencia (EPC), basado en datos oficiales, el presupuesto educativo nacional proyectado para 2025 caería entre 45 y 57 puntos reales en comparación con 2023.

La cifra incluye los fondos destinados a la Secretaría de Educación, las universidades nacionales y el conjunto de programas que dependen de la Función Educación.

La inversión educativa nacional caerá hasta un 57% este año

El recorte, que se viene profundizando desde el cambio de gobierno, impacta directamente en obras, salarios, becas, entrega de libros y computadoras, y otros recursos prioritarios para el sistema educativo.

Aunque el Gobierno sigue manejándose con el presupuesto prorrogado de 2024, que en realidad ya era una copia del del año anterior, queda cada vez más clara la falta de inversión, que se depende más de fondos discrecionales y que a inflación sigue haciendo estragos.

En las universidades nacionales la situación también es crítica. El informe del EPC indica que, solo hasta mayo, las transferencias reales hacia las casas de estudio cayeron en promedio un 18,8% respecto al mismo período del año pasado. En algunos casos, el recorte llegó al 60%.

Frente a este panorama, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), junto a la FUA y los sindicatos universitarios, presentó un proyecto de ley para garantizar el financiamiento del sistema.

Entre otros puntos, propone recuperar los salarios docentes, crear nuevas carreras estratégicas y ampliar la cantidad de becas. Todo sin subir impuestos ni romper el equilibrio fiscal, aseguran los impulsores.

“Lo que planteamos es una reorientación de prioridades. Apostar a la educación superior es una inversión para el desarrollo del país”, dijo Oscar Alpa, presidente del CIN y rector de la Universidad Nacional de La Pampa.

Pero el recorte no afecta solo a las universidades. En el primer año de gestión del actual gobierno se desplomó la ejecución de programas como Conectar Igualdad, las becas estudiantiles y el Fondo de Incentivo Docente.

Muchos programas clave de la Secretaría de Educación apenas ejecutaron entre el 0 y el 2% de sus presupuestos en los primeros meses de este año.

El área científica también sufre. El CONICET, el INTI y el INTA acumulan recortes superiores al 33%.

La parálisis en obras, la falta de insumos y el congelamiento de proyectos generan preocupación en el sector. “Estamos tratando de sostener lo básico. No se trata solo de plata, sino de qué país queremos construir”, advirtió la investigadora del CONICET Daniela Hozbor.

A pesar de todo ello, el Gobierno aún no muestra intención de cambiar el rumbo. De hecho, todo lo contrario, ya que un informe de la Fundación Libertad y Progreso, vinculada al oficialismo, plantea cerrar el CONICET y reemplazar a sus investigadores por contratos temporarios.

Mientras tanto, los números siguen cayendo: entre 2023 y 2025, la inversión en ciencia y tecnología se redujo un 42,9%

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