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Del laboratorio al escándalo: sabotaje, chantajes y 34 muertos en la causa del fentanilo

La muerte de 34 pacientes por fentanilo contaminado desató una de las crisis sanitarias más graves de los últimos años. Pero la tragedia podría tener causas más profundas que un simple error de laboratorio.

Domingo, 01 de junio de 2025 a las 13 26

Por Redacción

Domingo, 01 de junio de 2025 a las 13:26

Ariel García Furfaro, abogado y expropietario de HLB Pharma, aseguró ante la Justicia que fue víctima de un sabotaje interno, orquestado por un excolaborador con vínculos políticos. En su declaración, denunció extorsiones, maniobras irregulares y posibles operaciones para dañar deliberadamente la imagen de su laboratorio.

El eje de la denuncia es Andrés Quinteros, exfuncionario clave de HLB Pharma. Según Furfaro, Quinteros ingresó a la empresa en 2017 y asumió responsabilidades en áreas sensibles como seguridad, sistemas y logística. Tras su desvinculación, se detectaron faltantes de documentos, grabaciones de cámaras y movimientos sospechosos en el laboratorio. Un empleado llegó a declarar que Quinteros intentó comprarle ampollas de morfina en efectivo.

Pero la denuncia va más allá. Furfaro acusó a Quinteros de haber organizado una red de extorsión para presentar falsas denuncias por abuso contra el laboratorio. Una exempleada declaró ante la UFIJ N°3 de San Nicolás que Quinteros ofrecía dinero a cambio de testimonios falsos. Además, Furfaro señaló que un tercero intentó chantajearlo con información sensible, supuestamente filtrada por el propio Quinteros.

La tragedia se concentró en el Hospital Italiano de La Plata, donde murieron 15 de los 18 pacientes expuestos a la partida 31202 del fentanilo contaminado. La ANMAT clausuró preventivamente las actividades de HLB Pharma y Laboratorios Ramallo. Según Furfaro, la rapidez con la que se identificó la contaminación levanta sospechas, y sugiere que el médico infectólogo que intervino en el caso tenía vínculos previos con Quinteros, incluso en actividades políticas y distribución de medicamentos. No presentó pruebas concluyentes, pero dejó abierta la posibilidad de una campaña montada para amplificar el impacto mediático del caso.

Otro dato inquietante surgió en la presentación judicial: el Hospital Italiano compró 10.000 unidades de la partida contaminada a la droguería Nueva Era de Rosario, en una operación que Furfaro calificó como “inusual” por el volumen y las condiciones.

Pese a que Quinteros negó vínculos con HLB Pharma, el abogado de Furfaro, Gastón Marano, presentó documentación que lo identificaba como “Jefe de Productos Regulados” de la firma. Entre las pruebas figura una disposición del Instituto Nacional de Vitivinicultura, que lo sancionó por el manejo irregular de una partida de alcohol etílico. Además, aparece como apoderado de la empresa en gestiones para distribuir 50 millones de dosis de la vacuna Sputnik V, un negocio que finalmente quedó en manos del Estado.

Desde marzo de este año, HLB Pharma tiene nuevo dueño: el abogado Sebastián Nanini, cercano al PJ bonaerense y representante legal de Norma Calismonte, exesposa de Lázaro Báez.

La investigación está en manos del juez federal Ernesto Kreplak, que aún no se pronunció sobre las acusaciones. Pero los documentos ya forman parte del expediente, y el caso promete nuevos capítulos tan tóxicos como el fentanilo contaminado.

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