Así lo manifestaron cientos de docentes de La Plata y la región que este jueves al mediodía se movilizaron a Plaza Moreno, exigiendo respuestas urgentes del Estado ante la escalada de episodios violentos en los establecimientos educativos.
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Bajo la consigna “La violencia no entra a la escuela”, maestras y maestros de todos los niveles educativos visibilizaron una realidad alarmante: los espacios escolares, históricamente concebidos como ámbitos de contención, enseñanza y cuidado, hoy son escenario de agresiones, amenazas e inseguridad. Participaron gremios como Suteba, FEB, Udocba, AMET y UDEB, entre otros, que además convocaron a un paro docente de 24 horas.
La situación detonante fue el brutal episodio ocurrido en la Escuela de Educación Secundaria Nº 33, donde una persona ingresó al establecimiento, agredió al personal directivo y docente y provocó destrozos. El hecho sucedió a plena luz del día y encendió las alarmas de toda la comunidad educativa.
Luego de la concentración, los docentes marcharon hasta el Normal 2 —unidad académica de la EES Nº 33, ubicada en diagonal 78 entre 57 y 5— y realizaron un abrazo simbólico al edificio, en un gesto que combinó dolor, compromiso y resistencia.
En un comunicado conjunto, el Bloque Sindical de Educación La Plata expresó su “profunda preocupación ante el incremento de actos de violencia en las escuelas” y exigió la inmediata implementación del acuerdo paritario sobre prevención, resguardo y reparación en el ámbito educativo. El mismo incluye jornadas institucionales distritales, protocolos de acción, y dispositivos de acompañamiento, hoy ausentes o subejecutados.
Además, los sindicatos reclamaron el funcionamiento efectivo de la Mesa Intersectorial con reuniones periódicas, seguimiento concreto de los acuerdos y presupuesto asignado. “Nuestro compromiso es con un sistema educativo seguro y justo para toda la comunidad”, expresaron.
La violencia escolar no es un fenómeno aislado. Es el reflejo de una crisis social que se infiltra en las aulas, frente a la desprotección estatal. Y cuando el Estado no actúa, quienes educan quedan expuestos. El tiempo de las alertas ya pasó. Hoy se exige acción.