En un movimiento diplomático que vuelve a generar polémica, la delegación argentina respaldó a Estados Unidos e Israel en la ONU y rechazó una resolución que pedía un alto al fuego inmediato en Gaza.
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La jugada de la delegación argentina no pasó desapercibida. Mientras el mundo pide a los gritos parar la guerra, el Gobierno de Milei se decidió nadar contra la corriente.
La resolución, que pedía un respiro humanitario para Gaza, logró salir adelante pese al rechazo de un puñado de países, entre ellos la Argentina.
Otra polémica internacional: el Gobierno rechazó el alto al fuego en Gaza
En la votación, Argentina acompañó a Estados Unidos, Israel, Hungría, República Checa, Nauru, Papúa Nueva Guinea, Paraguay y Tonga. Esta posición contrasta con la mayoritaria de la Asamblea General, que busca poner fin a los altos niveles de violencia en el enclave palestino.
El documento de la ONU no solo pide el alto al fuego, sino que también rechaza cualquier intento de hacer padecer hambre a los palestinos y exige que se facilite la entrada de asistencia humanitaria coordinada por Naciones Unidas.
La resolución destaca además la necesidad de rendición de cuentas y reitera el "compromiso inquebrantable" de la ONU con la solución de dos estados, un principio que busca garantizar la coexistencia pacífica entre palestinos e israelíes.
Por ahora, la Cancillería no explicó públicamente los motivos de esta decisión. La votación deja en claro la postura argentina en uno de los conflictos más complejos de la actualidad internacional.
ONU: Argentina votó en contra de una resolución a favor de mujeres y niñas
Argentina fue el único país en votar en contra de una resolución a favor de mujeres y niñas en una Asamblea General de la ONU.
La medida que promueve la "intensificación de los esfuerzos para prevenir y eliminar toda forma de violencia digital contra las mujeres y las niñas" obtuvo 170 votos a favor -incluidos Estados Unidos e Israel-, 13 abstenciones (Bielorrusia, Burundí, Camerún, Corea del Norte, Irán, Libia, Mali, Nicaragua, Níger, Nigeria, Rusia, Senegal y Siria) y un solo voto en contra.
Bolivia, España, Chile, Alemania, Venezuela son algunos de los países que se comprometieron a “eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la violencia sexual y por razón de género, la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación”.
En el documento se destaca “la importancia de combatir la trata de personas para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas por medio de la aplicación de manera plena y efectiva del Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional”.
Argentina votó en contra de una resolución sobre derechos de los pueblos indígenas
En la primera votación de la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde que Gerardo Werthein asumió al cargo de ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Argentina votó en contra de una resolución sobre derechos de los pueblos indígenas.
El documento promueve la protección del medio ambiente, la preservación de culturas y lenguas de los pueblos originarios y el acceso a la justicia y fue impulsado por Venezuela, Paraguay, Bolivia, Dominica, Ecuador, Liberia y México.
Además, en la resolución se incluye la importancia de respetar sus tradiciones y conocimientos ancestrales, reconocer y proteger los derechos de los pueblos indígenas a nivel mundial, destaca el reconocimiento del consentimiento libre, previo e informado para los pueblos indígenas en decisiones que afectan sus territorios y recursos naturales.
La resolución abarca los efectos que el cambio climático produce sobre los pueblos indígenas: “el cambio climático supone una amenaza para la supervivencia, la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas”.
También impulsa la protección de la cultura de los pueblos ancestrales e indica que se debe “preservar, revitalizar y promover las lenguas indígenas”.
Además, con el objetivo de estimular la igualdad de derechos y el respeto a sus culturas y modos de vida, el documento insta a la cooperación entre los gobiernos, la ONU y y los pueblos indígenas.