El fuego cruzado dentro del bloque de La Libertad Avanza alcanzó niveles insólitos. Lo que empezó como una propuesta legislativa se convirtió en una batalla personal, pública y feroz entre dos de las figuras más polémicas del oficialismo libertario: Marcela Pagano y Lilia Lemoine. Test psicológicos, acusaciones personales, desafíos televisados y hasta insinuaciones sobre la paternidad de una menor: el escándalo está servido.
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Todo comenzó cuando Pagano presentó un proyecto que promete encender el Congreso: la “Ficha Limpia Psicológica”. El texto propone que diputados y senadores se sometan a exámenes anuales —y también sorpresivos— para evaluar su salud mental, física, cognitiva y hasta toxicológica. “El objetivo es cuidar la ética pública”, dijo ella. Pero lo que provocó fue una guerra interna digna de un reality show.
La primera en reaccionar fue Lemoine, quien desde la red social X lanzó un ataque directo y sin anestesia. No solo ridiculizó el proyecto, sino que disparó contra la vida privada de Pagano. Le pidió que deje de gritar con un megáfono en el recinto y la acusó de exponer a su hija para ganar favores políticos y fotitos con el presidente Milei. Todo bajo un tono tan hiriente como calculado.
Pagano no se quedó atrás. La periodista devenida diputada respondió con una amenaza velada: si el proyecto se aprueba, “Lemoine queda automáticamente afuera del Congreso”. Y fue más lejos: se ofreció en vivo y en directo a someterse a todos los estudios que ella misma propone, e invitó a su colega a hacer lo mismo. Para coronar el desafío, agregó una rinoscopia. La provocación era explícita: había olor a algo más que perfume en el aire.
Lemoine, fiel a su estilo, cruzó la última línea: deslizó comentarios sobre la paternidad de la hija de Pagano, llevando el conflicto al terreno más bajo posible. Lo que podría haber sido un debate sobre transparencia institucional se convirtió en un escándalo viral, con tintes de telenovela y fondo de intriga política.
Las redes explotaron. El hashtag con los nombres de ambas fue tendencia todo el fin de semana. Los seguidores de cada una se dividieron en bandos y los memes se multiplicaron. Mientras tanto, el bloque libertario se sacude por dentro. Aunque ambas forman parte del círculo cercano al presidente Javier Milei, la relación entre Pagano y Lemoine está rota hace rato. Ahora, simplemente dejó de disimularse.
Desde el entorno de Pagano aseguran que la iniciativa es seria y necesaria para evitar “conductas erráticas” en el Congreso. Pero para Lemoine y sus aliados, no es más que una vendetta disfrazada de institucionalismo. Lo cierto es que el escándalo dejó al descubierto no solo rencores personales, sino también una fractura política en ascenso.
Ficha limpia o no, el barro ya salpicó a todos.