Las veredas de la Escuela Media N.º 7 “María Claudia Falcone”, del barrio porteño de Palermo, resultaron vandalizadas con pintadas negacionistas sobre una placa que conmemora la figura de la joven desaparecida que da nombre al establecimiento.
Tachaduras sobre la placa conmemorativa y las frases “no fueron 30.000”, “Milei 2023" y “zurda hija de puta”, se pueden observar en la entrada de la escuela secundaria especializada en comunicación social.
En repudio a lo ocurrido, la comunidad educativa del colegio, prepara para este miércoles, una jornada para limpiar y reconstruir la llamada “baldosa por la memoria”. En tanto realizaran un acto para recordar y homenajear a la estudiante detenida-desaparecida durante la noche del 16 de septiembre de 1976, en plena dictadura miliar.
“Lo bueno que vamos a sacar de esto, es que tenemos una comunidad educativa muy organizada, así que se estamos organizando actividades para poder pintar lo que está y para reestructurar”, sostuvo una alumna del colegio y vocera del centro de estudiantes.
La joven, contó que las pintadas fueron descubiertas mientras los alumnos del turno mañana se encontraban cursando, aunque se lamentó por la falta de cámara en las inmediaciones del establecimiento que impedirá identificar si los autores del repudiable hecho, pertenecían o no, al centro educativo.
En tanto, aseguró que “nunca habíamos sufrido ningún tipo de hecho similar y nos tomó muy de sorpresa”, y lejos de buscar revancha, afirmó que “lo máximo que decimos es que el odio se lo dejamos a ellos”.
La joven estudiante, contó que, la escuela de 30 años, lleva el nombre de María Claudia Falcone hace 15 años, determinado por votación de los propios alumnos.
En este sentido, afirmó “Memoria, Verdad y Justicia nos parece muy importante y todo el tiempo lo hablamos. María Claudia era una piba como nosotros, es algo que a la comunidad educativa nos pega porque eran pibes”, en declaraciones por AM750.
“Al odio lo combatimos con memoria, con verdad y con justicia”, expresó otra estudiante de la escuela secundaria a la que asisten alrededor de 500 alumnos. “Como escuela tenemos una política institucional donde la memoria es nuestra base”, agregó.
