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Especiales Lollapalooza 2025: la joya "oculta" de Justin Timberlake en su discografía

De la mano del increíble y prestigioso productor musical, Timbaland, el cantante pop se sumergió en lo más profundo del género para alcanzar algo único.

Jueves, 27 de febrero de 2025 a las 15 28

Por Cristopher Martínez

Jueves, 27 de febrero de 2025 a las 15:28

Justin Timberlake es un cantante que todos conocemos por su primer paso en NSYNC y luego por alcanzar el éxito como artista solista, con una serie de éxitos que ya se consideran clásicos en la historia del pop. Sin embargo, hay un álbum de Timberlake que rompió con todos los esquemas de su carrera, uno que no logró el mismo éxito popular que sus anteriores lanzamientos, pero que se convirtió en una joya oculta dentro de su discografía y dentro de la música en general.

Primero, debemos hablar de su disco debut, "Justified", lanzado a finales de 2002 bajo la producción de The Neptunes y Timbaland, quienes le dieron un sonido fresco y distinto al de su boyband. Canciones como "Rock Your Body" y "Cry Me a River" forman parte de este álbum. Es un buen disco pop, con clásicos innegables, lleno de energía y diversión. Aunque su próximo lanzamiento sería clave para definir su camino.

"FutureSex/LoveSounds" llegó el 12 de septiembre de 2006, marcando la primera gran evolución musical del cantante. En esta ocasión, se unió a la producción junto a Timbaland y Danja. Las transiciones entre canción y canción fueron uno de los aspectos más destacados, así como el crecimiento exponencial de sus composiciones. El resultado dejó una sensación de satisfacción, y sentó un sólido cimiento para lo que sería, siete años después, el mejor álbum de su carrera y uno de los más innovadores de la década pasada.

Al hablar del siguiente disco, muchas palabras e ideas surgen en mi mente. Me siento abrumado por la cantidad de aspectos musicales y elogios que nacen de mis manos. Intento encontrar el enfoque adecuado para hablar de "The 20/20 Experience", el tercer álbum de Timberlake, pero mientras escribo me doy cuenta de que es eso el álbum, es como una lluvia de ideas, buscando la perfección al fusionar la elegancia con lo disruptivo. Algo que, a primera vista, parece incompatible, pero que, de alguna manera, Timbaland y Justin lograron unir como si fueran exactamente la misma cosa.

No puedo evitar rendirme ante tantas propuestas musicales transgresoras. Una de mis favoritas es la decisión deliberada de hacer canciones de 7 a 8 minutos, en tiempos en los que las canciones se vuelven cada vez más cortas y los discos duran la mitad de lo que solían. La libertad creativa de ambos les permitió navegar por un océano de melodías, algo que rara vez vemos en un disco de un artista catalogado como pop. Todo fluye de manera natural, la búsqueda de lo diferente está presente en cada segundo, y se permitieron exprimir cada uno de esos momentos para llegar a la perfección.

Pistas como "Blue Ocean Floor", "Don't Hold the Wall" o "Strawberry Bubblegum" son la prueba palpable de que la sofisticación sonora puede fusionarse con la búsqueda de la transgresión, expandiendo el muro sonoro y ampliando la experiencia con estructuras diferentes y agresivas, pero cohesivas, guiadas por un hilo conductor. Fueron dos largos años de composición y producción, puliendo detalles y tratando de revolucionar el pop y el R&B.

"The 20/20 Experience" es la gran joya oculta de la discografía de Justin Timberlake, un tesoro de aquella década que, con su sonido experimental, complejo e inclasificable, alcanzó una altura musical única, vanguardista y futurista.

 

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