Las reservas internacionales del Banco Central de la República Argentina (BCRA) registraron una pérdida superior a los u$s1.100 millones desde fines de abril, según datos oficiales citados por Ámbito Financiero.
Esta disminución surge en medio de un contexto de estabilidad cambiaria y genera preocupación entre analistas económicos por la sostenibilidad de la política cambiaria del Gobierno y el uso de fondos provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI).
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El retroceso en las reservas coincide con el abandono de la intervención directa en el mercado cambiario oficial por parte del BCRA. En su lugar, el Gobierno optó por una flotación administrada del dólar mayorista, que actualmente se mueve dentro de una banda preestablecida de entre $1.000 y $1.400, sin que el Central venda divisas para frenar subas. Esta estrategia fue posible gracias a los desembolsos del FMI, que se estarían utilizando, según expertos, para contener presiones sobre el tipo de cambio y evitar un salto que impacte en los precios internos.
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Los posibles impactos de esta medida
Aunque desde el Gobierno intentan que la bomba no estalle antes de las elecciones, se sabe que esta política no es gratuita. “La estrategia de sostener el tipo de cambio a costa de las reservas genera tensiones con los compromisos asumidos con el FMI, especialmente en lo que respecta a la meta de acumulación de divisas”, señalaron fuentes del sector financiero consultadas por Ámbito. El programa vigente con el organismo multilateral contempla un piso de u$s5.000 millones en reservas para fines de junio y un objetivo de u$s9.000 millones hacia fin de año.
La caída no solo se da por la intervención cambiaria encubierta, también se explica por pagos de deuda y variaciones en la valuación de los activos que componen las reservas —como el oro y otras monedas extranjeras—, cuyo precio fluctúa en los mercados internacionales.
“De continuar este ritmo de pérdida, los fondos del FMI podrían agotarse antes de enero de 2026, fecha en la que culmina el actual acuerdo. Esto representaría un serio riesgo para la estabilidad económica y financiera del país”, advirtieron analistas privados.
El Gobierno, por su parte, no ha emitido declaraciones oficiales sobre esta merma reciente en las reservas, aunque sigue defendiendo la estrategia de mantener a raya la inflación mediante un tipo de cambio relativamente estable.
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El Gobierno le quita importancia a la acumulación de reservas
Esta semana, el mandatario aseguró en el canal de stream oficialista Carajo que, "con tipo de cambio flexible", la acumulación de reservas no tiene importancia y que "la deuda se paga con equilibrio fiscal".
Respecto de esto último, analistas resaltan que "el superávit financiero es mínimo y no alcanza todavía para pagar las amortizaciones de deuda" y que, "aún cuando se decida pagar deuda con superávit fiscal, el Tesoro deberá comprar con ese saldo los dólares en el mercado y, si lo hiciera por montos abultados, podría meter presión en el mercado". "El stock de reservas sirve para frenar fluctuaciones innecesarias", profundizó.