Una contadora de La Plata fue detenida esta semana, acusada de liderar una red que operaba con facturas truchas por más de 4 mil millones de pesos, en lo que se investiga como una de las maniobras de evasión fiscal más grandes de los últimos años. Natalia Romina Foresio, de 48 años, está señalada como la cabeza de una organización que, entre 2020 y 2024, habría diseñado un esquema para inflar gastos, simular operaciones y evadir impuestos como el IVA y Ganancias.
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La investigación comenzó en mayo del año pasado, tras una denuncia de la Dirección General Impositiva (DGI), y fue desarrollada por el área de fiscalización de la AFIP junto con Gendarmería Nacional. Los hallazgos revelaron una red extendida por distintas provincias —incluyendo Buenos Aires, Córdoba, Chubut y la costa atlántica— que conectaba con más de 100 empresas, muchas de ellas ligadas a la obra pública. Según los investigadores, algunas habrían utilizado el circuito para inflar costos en licitaciones, lo que podría configurar una grave defraudación al Estado.
Los allanamientos, ordenados por el Juzgado Federal N°3 de La Plata, a cargo del juez Ernesto Kreplak, permitieron el secuestro de documentos contables, archivos digitales y una impresionante suma de dinero en múltiples divisas: casi 187 millones de pesos, 348 mil dólares, un millón de pesos uruguayos, euros, libras esterlinas y más de 5 mil reales. Parte del efectivo fue hallado en una propiedad vinculada a una firma investigada por intermediación financiera ilegal.
Foresio había ingresado al rubro de la construcción en 2018, cuando fundó una sociedad con su pareja. Desde allí, presuntamente, coordinó la emisión de facturas falsas y reales para simular operaciones y generar créditos fiscales ficticios. La causa avanza ahora con cargos que incluyen asociación ilícita fiscal, lavado de dinero e intermediación financiera no autorizada.
En tiempos en que algunos funcionarios ensalzan al evasor como un héroe y elevan la evasión fiscal al rango de virtud libertaria, este caso pone en evidencia el costo real de esa narrativa: millones de pesos que no llegan a hospitales, escuelas ni rutas. Foresio, para la Justicia, no es una heroína fiscal: es la presunta líder de una banda que estafó al Estado y a toda la sociedad.