El periodista Mariano García acudió a la autoproclamación de la nueva presidenta boliviana Jeanine Añez y se topó con Luis Fernando Camacho, quien ingresara al Palacio de Gobierno con la biblia y le recomendara la renuncia a Evo Morales, de la mano de las Fuerzas Armadas y Policiales.
Frente a la consulta sobre qué ocurría en Bolivia, Camacho aseguró que "la paz y la esperanza ha vuelto a los bolivianos. Tenemos una Bolivia a la cual hay que unir un poco más y ya no podemos seguir con mensajes de racismo, discriminación y odio".
Luego, el periodista argentino le preguntó cuál era su respuesta a quienes lo trataban de "golpista" y de reprimir a los manifestantes que respaldaron la continuidad de Evo Morales, y el dirigente respondió: "Solamente son los radicales los que nos tratan de golpistas, no hemos tirado una sola bala y los muertos han sido de nuestro lado".
Ante la mentira en su respuesta, García le aseguró que "ha habido una represión contra los manifestantes hace unos minutos con la gente que se estaba manifestando", y el creyente lo negó rotundamente: "Yo lo único que he hecho es venir a hacer lucha pacífica y a meter a Dios al Palacio, no he reprimido a nadie".
Mientras mencionaba estas palabras y los golpes de las fuerzas policiales se recrudecían contra los militantes del MAS, Camacho insistió en que Bolivia ahora está "normal" y que recuperó la "paz" a partir de la "nueva presidenta", y frente al reclamo del periodista que le sugirió que el país estaba dividido, el dirigente negó rotundamente la división y le reclamó que en nombre de "Dios" haga "objetividad".
Una vez que finalizó sus preguntas, el periodista Rodolfo Barili salió a bancarlo desde el piso de Telefé, mientras la otra conductora Cristina Pérez permaneció en silencio.
