Los consumos de los argentinos se modificó debido a los altos precios y la crisis económica que atraviesa el país.
Por primera vez en la historia, el consumo de carne de pollo se ubicó en 47 kilos por habitante al año y superó los 44,8 kg por persona de carne vacuna consumidos en 2024.
En diálogo con Radio Rivadavia, el director ejecutivo del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Carlos Sinesi, señaló que "el consumo actual de pollo es de unos 47 kilos por habitante por año. Eso nunca había pasado en la Argentina, superó por primera vez al consumo de carne vacuna".
"El kilo de pollo entero está entre $3.000 y $3.600, dependiendo del lugar, y el kilo de pata muslo ronda los $8.500 los 3 kilos. La suprema, al ser todo deshuesado, tiene un costo mayor. Hoy ronda los $7.500 el kilo", explicó.
Y agregó que "hay cortes más económicos como el ala o la carcasa, que si bien tienen menos carne, permiten hacer sopas o caldos en familias donde cada peso cuenta. El pollo tiene la capacidad de adaptarse al bolsillo de todos. En este contexto, sigue siendo una opción nutritiva y económica que acompaña a las familias argentinas todos los días".
"El poder adquisitivo no permite pensar en un crecimiento del consumo. La producción puede crecer solo si se exporta más o si mejora la economía local", consideró.
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La Argentina, reconocida mundialmente por su asado, importará cortes desde Brasil debido a los altísimos precios locales.
Luego de esta medida que tomaron desde el Gobierno en abril, los supermercados del sur empezarán a vender carne brasileña a casi la mitad del precio del producto nacional.
El asado importado rondará los $9. 000 el kilo, mientras que el argentino en esa zona excede los $22.000.
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La razón detrás de esta movida está relacionado con que el novillo local es el más caro del Mercosur, mientas que el brasilero ofrece cortes mucho más baratos.
Mientras tanto, Brasil, que ahora será reconocido como país libre de aftosa sin vacunación, gana competitividad y se mete en el mercado local con precios mucho más bajos.
El Ejecutivo de Milei justifica la medida como un intento de "competir" y reducir los precios, aunque el anuncio generó rechazo en el sector agropecuario.
Productores y expertos critican la importación de carne con hueso y alertan sobre riesgos sanitarios."Es un despróposito", afirmó el consultor Carlos Federico Kohn, señalando la contradicción de que un país ganadero deba comprar carne en el extranjero.
Además del simbolismo, el asado brasileño arranca en la Patagonia, pero podría llegar al AMBA, donde algunas cadenas evalúan sumarse para ofrecer opciones más accesibles.