La icónica banda de rock, Pez, prepara una más que especial noche para celebrar su aclamado disco "Los Orfebres", una de las grandes obras maestras del género de este nuevo siglo.
El conjunto festejará esta fecha el sábado 26 de julio en Niceto Club.
Las entradas ya están a la venta en la web en este enlace.
Trayectoria firme, presente activo y creatividad compartida
Minimal resumió el recorrido de la banda con una frase simple y potente: “El entusiasmo por lo desconocido nos hizo la banda que somos.” Esa curiosidad permanente por explorar estilos, formaciones y formatos explica por qué Pez nunca repitió una fórmula. Frente a la incertidumbre o el cansancio, mantienen una constancia admirable: “Estamos constantemente tocando… Mezclamos deseo de un disco nuevo, con ganas de tocar, con ganas de festejar un disco o reeditar algo… No tenemos plan de dejar de tocar, así que algo aparecerá. Nuestro camino es que la música fluya.” La idea de flujo es una constante en su forma de pensar el arte: nada se detiene, todo se transforma.
En cuanto a su proceso creativo más reciente, compartió una experiencia íntima y lúdica que se volvió parte de su nuevo material: “Hay dos letras del disco que salieron a partir de un chiste que hice en Instagram… a quien se iban sumando les propuse un taller… me mandaban una idea… fui cantando.” Esa participación directa del público en la composición refleja una apertura que borra los límites entre artista y audiencia, y vuelve a lo cotidiano un espacio fértil para la innovación.
La banda también atravesó momentos difíciles tras denuncias anónimas, pero Minimal los enfrentó con honestidad: “Fue cancelación por cansancio… no quería buscar más notas… Pero se ve que somos muy tercos.” Esa terquedad, convertida en resistencia, es lo que mantiene vivo a Pez. Más que una banda, una actitud: hacer música por deseo, con conciencia, sin imposiciones.
Disfrute, legado emocional y libertad poética
Minimal explicó el sentido de revivir Frágilinvencible en vivo con fidelidad a su espíritu original: “Somos bastantes respetuosos de lo que eran los arreglos originales del disco… Apelamos a que la gente venga a escuchar lo que escucharon cuando eran jóvenes, despreocupados y felices.” Esa conexión emocional con el público va más allá de la nostalgia y activa una memoria viva. Respecto al largo vínculo que sostiene con sus oyentes, agregó: “El espíritu de la banda es similar por no decir el mismo… en las letras tiene una especie de vuelo filosófico… no es un disco de protesta o marcado por el tiempo histórico, sino algo más abierto.” Así, sus canciones mantienen una vigencia personal y reflexiva que no se encierra en un contexto específico.
Sobre la energía que define a Pez, señaló con claridad: “Es nuestro estilo de tocar, de sentir la música… es una intensidad que tiene que ver con la música que hacemos.” Esa intensidad, sin embargo, no se traduce en literalidad: “Salvo cuando queremos la literalidad… busco imágenes para transmitir algunas ideas… trato de no dejar conceptos cerrados, sino dejarlos para que cada uno los cierre a su modo.” Esa apertura poética es central en su obra: cada oyente encuentra su propia lectura sin quedar atado a un mensaje explícito.
Aunque reconoce el impacto del contexto social, prefiere no trasladarlo directamente a sus letras: “Este momento es algo que no quiero… pero no hago canciones sobre eso… Con Pez nos divertimos tocando, y queremos hablar de algo que no contempla una cuestión combativa en lo social.” Ese enfoque confirma su apuesta por la libertad artística, incluso en tiempos donde lo ideológico parece inevitable.