El Gran La Plata —que abarca los partidos de La Plata, Berisso y Ensenada— volvió a encender alarmas: la desocupación alcanzó el 8,7% durante el primer trimestre de 2025, superando otra vez el promedio nacional y confirmando una tendencia que ya golpea a unas 40 mil personas en la región. Así lo detalla el más reciente informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), que muestra que la situación empeoró no sólo respecto al trimestre anterior, sino también en la comparación interanual.
Te puede interesar
Los datos son contundentes: el desempleo subió 0,6 puntos porcentuales desde el último trimestre de 2024, cuando se ubicaba en 8,1%. Y si se confronta con el mismo período del año pasado, cuando era del 8,2%, la cifra refleja que 2 mil personas más perdieron su empleo en apenas un año. En números absolutos, la región pasó de unos 38 mil desocupados a la preocupante barrera de 40 mil.
El panorama se agrava al observar otros indicadores clave. Por ejemplo, el 15% de los ocupados se encuentra buscando otro trabajo o un segundo empleo: esto evidencia que muchos de los que tienen trabajo lo consideran insuficiente para cubrir sus necesidades básicas. A su vez, la subocupación —personas que trabajan menos de 35 horas semanales y desean trabajar más— trepó al 12,2%, subdividida entre subocupación demandante (8,3%) y no demandante (3,9%).
En este contexto, la presión sobre el mercado laboral, que contempla a desocupados, subocupados, ocupados demandantes de más horas y ocupados no demandantes disponibles, llegó al 29,7% de la Población Económicamente Activa (PEA). Esto significa que prácticamente 3 de cada 10 personas que podrían y quieren trabajar no encuentran una oportunidad acorde a sus expectativas o necesidades.
El informe del INDEC también expone fuertes brechas de género: dentro de la población de 14 años y más, la tasa de actividad (personas que integran el mercado de trabajo) es del 70,2% para los varones, mientras que para las mujeres apenas llega al 51,6%. Esta diferencia refleja barreras persistentes de acceso y desigualdad estructural en la distribución de tareas de cuidado y responsabilidades domésticas.
A nivel geográfico, el Gran La Plata se ubica por encima de la media nacional de desempleo, que se situó en 7,9% para el mismo período. Las zonas con mayor actividad laboral siguen siendo el Gran Buenos Aires (49,4%), la región Pampeana (48,3%) y Cuyo (47,8%), mientras que la tasa más baja se registró en el Noreste (42,7%).
Los datos confirman lo que en los barrios se ve todos los días: más changas, más trabajo informal y un creciente número de vecinos que aceptan empleos de peor calidad o con ingresos insuficientes, cuando logran conseguirlos. La combinación de inflación alta, pérdida de poder adquisitivo y un mercado laboral que no genera oportunidades de calidad dibuja un escenario incierto para miles de familias.
Así, el Gran La Plata enfrenta el desafío de revertir una curva que, trimestre tras trimestre, refleja la fragilidad de su estructura productiva y la urgencia de políticas públicas que incentiven la generación de empleo formal y sostenible.