En una decisión que generó fuertes cuestionamientos, el Gobierno resolvió cerrar el Instituto Nacional del Cáncer (INC) y trasladar sus funciones al Ministerio de Salud.
Te puede interesar
Desde la cartera sanitaria justificaron la medida como un "cambio administrativo", pero especialistas advierten sobre el impacto que podría tener en la atención de los pacientes oncológicos.
Según el comunicado oficial, la absorción del INC responde a la necesidad de “eliminar estructuras duplicadas y mejorar la eficiencia en la gestión”, tras detectar supuestas irregularidades en la compra de medicamentos y problemas logísticos en la entrega de insumos.
Ajuste en salud: eliminan el Instituto Nacional del Cáncer por “ineficiencia”
La medida genera preocupación en el sector, ya que el organismo tenía un rol clave en la prevención, el acceso a tratamientos y la distribución de fármacos.
Uno de los principales argumentos del Ministerio es que algunas funciones del INC ya estaban cubiertas por otras dependencias.
Como ejemplo, señalaron que la vigilancia epidemiológica del cáncer está a cargo de la Subsecretaría de Vigilancia Epidemiológica y que los programas de prevención dependen de la Dirección Nacional de Enfermedades No Transmisibles.
Entre las fallas detectadas, el Gobierno menciona la compra desmedida de opioides en 2023, que habría derivado en el desperdicio de 400.000 unidades de morfina vencida.
No obstante, desde el ámbito sanitario cuestionan si la solución era cerrar el organismo en lugar de corregir los errores de gestión.
Pese a la eliminación del Instituto, el Ministerio asegura que los tratamientos y programas continuarán funcionando con normalidad.
La decisión ya despertó críticas de asociaciones de pacientes y especialistas, que temen más trabas burocráticas y que reciban menos asistencia quienes enfrentan esta enfermedad.
El Gobierno ya había desmantelado el programa de cuidados paliativos del Instituto Nacional del Cáncer
Esta no es la primera acción del Gobierno en este sentido. Hace dos semanas, el Ejecutivo ya había desmantelado el programa de cuidados paliativos del Instituto Nacional del Cáncer, suspendiendo la compra de opioides y despidiendo a la mayoría del equipo especializado.
Según Mariana Pechenik, médica del área, esto dejó a miles de pacientes sin acceso a medicación clave para el alivio del dolor, ya que habrá "más pacientes sin recibir atención de personal calificado en cuidados paliativos".
“Los cuidados paliativos argentinos estamos de luto”, expresó y añadió: “Se ha desmantelado el programa nacional de cuidados paliativos del Instituto Nacional del Cáncer, formador de recurso humano interdisciplinario en C.P. a través de becas en servicios de excelencia y cursos variados; provisión de morfina y metadona a las 24 jurisdicciones del país para apoyar principalmente el tratamiento del dolor severo por cáncer en las provincias más pobres del país; asesoría y apoyo permanente a los equipos de cuidados paliativos de todo el país”.
Además, la Federación de Profesionales de la Salud (Fesprosa) denunció que desde 2024 cientos de pacientes oncológicos sufrieron la interrupción en la entrega de medicamentos esenciales. “Hubo al menos 60 fallecidos por la falta de respuesta del Gobierno”, señalaron desde la entidad.