La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner será escoltada por una marea humana desde su residencia en Constitución hasta los tribunales federales de Comodoro Py, en el marco de la ejecución de la condena dictada por el Tribunal Oral Federal N° 2. Se estima que al menos 500.000 personas -y hasta un millón, según proyecciones del Partido Justicialista- participarán de la movilización, que se perfila como la concentración callejera más grande en lo que va del año.
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El operativo político y logístico, articulado por referentes clave del kirchnerismo como Máximo Kirchner y Mayra Mendoza, busca mostrar músculo territorial y cohesión en un momento de fuerte embate judicial contra quien sigue siendo la líder más influyente del espacio. Desde hace días, intendentes del Conurbano, gobernadores aliados y organizaciones sindicales ultiman detalles para asegurar transporte, provisión de alimentos, baños químicos y asistencia médica. Aunque se barajó la posibilidad de paros breves en actividades clave, se descartaron interrupciones en trenes, colectivos o vuelos para no entorpecer la llegada de simpatizantes.
El diseño de la caravana aún se debate entre tres alternativas principales. La más probable plantea avanzar por avenida San Juan, empalmar con la 9 de Julio y luego tomar avenida del Libertador hasta Retiro. Otra opción propone bordear el Paseo del Bajo y pasar por detrás de la Casa Rosada, un gesto simbólico que resuena en la militancia. Cualquiera sea el recorrido, todo apunta a convertir los cinco kilómetros que separan la casa de Cristina de Comodoro Py en una demostración de respaldo masivo.
La movilización contará con la presencia de La Cámpora, el Frente Renovador, Patria Grande, Argentina Humana, Nuevo Encuentro, Principios y Valores, la CGT, ambas CTA y movimientos sociales como Evita, Barrios de Pie y el Polo Obrero. También se sumarán agrupaciones del Frente de Izquierda y ciudadanos autoconvocados que, a través de redes sociales, viralizan el lema: “Vienen por ella, vamos por ella”.
La expectativa es que esta multitudinaria columna popular no solo acompañe a Cristina Kirchner en un trance judicial clave, sino que sirva como termómetro de su liderazgo, que pese a los embates judiciales y mediáticos sigue convocando multitudes dispuestas a movilizarse a cualquier hora y bajo cualquier circunstancia.
En las próximas horas se definirá la hoja de ruta final, en diálogo con las autoridades de seguridad de la Ciudad y la Nación. Lo único claro es que, este miércoles, la calle volverá a hablar. Y lo hará con una voz poderosa: la de cientos de miles dispuestos a defender a la figura que encarna, para muchos, la última gran esperanza de un proyecto político popular.