Alfredo Gentili, fiscal de la Procuraduría de Violencia Institucional, presentó un pedido de investigación para determinar responsabilidades sobre los incidentes ocurridos durante la marcha de jubilados este miércoles frente al Congreso.
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Beatriz Blanco, la mujer de 87 años, fue empujada por un efectivo de la Policía y cayó violentamente al suelo, mientras que Pablo Grillo, fotógrafo de TN, se encuentra en estado crítico luego de ser alcanzado en la cabeza por un cartucho de gas lacrimógeno.
Ambos casos generaron una fuerte preocupación e indignación por la actitud de las fuerzas de seguridad durante los enfrentamientos con los manifestantes.
Investigan a la Policía por las agresiones a Pablo Grillo y una jubilada
Gentili solicitó que se investigue a los efectivos de la Policía por su accionar, que resultó en estas agresiones, y las causas fueron formalmente registradas en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°30 bajo los números 12670/2025 (Bianco) y 12677/2025 (Grillo), con la intervención de la Fiscalía N°11.
La protesta, que reunía a jubilados en reclamo de mejores condiciones, se desbordó cuando las fuerzas de seguridad buscaron enfrentar a los barrabravas que se unieron a la manifestación, generando un clima de tensión y violencia.
La seguridad de Patricia Bullrich hizo uso de gases lacrimógenos, balas de goma y camiones hidrantes. Además, varios manifestantes fueron atacados y, algunos, detenidos ilegalmente.
A raíz de estos incidentes, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, expresó su pesar por el ataque sufrido por Grillo, calificando el hecho como un "accidente no previsto".
Luego, Francos intentó justificar la actuación de la Policía, alegando que la intención no era agredir a los manifestantes, sino dispersarlos para evitar mayores disturbios. De todas formas, reconoció que estas situaciones pueden derivar en consecuencias trágicas, como la que sufrió el fotógrafo.
En medio de las protestas, el personal del SAME y la Cruz Roja asistió a los heridos, mientras que la jornada dejó un saldo de al menos 20 personas lesionadas y más de 150 detenidos.
Ahora, la Justicia deberá esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad de los agentes de seguridad en estos lamentables episodios.
Pablo Grillo, el fotógrafo al que la policía le abrió la cabeza con un cartucho de gas lacrimógeno durante la represión, se encuentra en estado crítico
Pablo Grillo, reportero gráfico de las radios Latina y FM La Tribu, fue alcanzado por un tubo de gas lacrimógeno que lo golpeó en la cabeza durante los incidentes que se registraron este miércoles en la marcha de los jubilados, y está internado en grave estado en un hospital de esta ciudad.
El impacto de un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza le provocó traumatismo de cráneo grave, fracturas múltiples y pérdida de masa encefálica. Fue intervenido quirúrgicamente y su pronóstico es reservado.
De acuerdo con lo que indicaron, se espera un nuevo parte durante el día de hoy para ver cómo evoluciona. Mientras tanto, difundieron que se necesitan dadores de sangre de cualquier tipo y factor.
“Para poder donar, es necesario presentarse, desde este jueves a las ocho de la mañana, en el hospital Ramos Mejía, ubicado en la calle General Urquiza al 609, en la Ciudad de Buenos Aires”, precisaron.
Grillo trabaja de manera independiente. Además de ser reportero gráfico, Grillo milita en Lanús. Fue a la movilización a sacar fotos y también como militante. Captaba imágenes de la represión policial en los alrededores del Congreso cuando un tubo de gas lacrimógeno lanzado por efectivos de fuerzas de seguridad impactó sobre su cabeza y lo dejó inconsciente en el piso.
Todo quedó registrado por Emanuel Coria, de FM La Tribu, quien en diálogo ayer con Infobae en Vivo relató: “Se empezaron a escuchar tiros, entonces me acerqué para ese lado y cuando estaba filmando pude captar el momento. Había un cordón policial que estaba avanzando y desde ahí venían todos los gases, los disparaban al aire y llegaba lejísimos. Para mí fue bastante adrede”.
Y agregó: “Se armó una ronda de cinco personas ayudándolo y cuando vieron que era más grave lo llevaron en andas media cuadra para adentro. Le salía mucha sangre. Lo más grave es que la policía siguió avanzando cuando estaba armada esa ronda, en ese momento me fui del lugar”.