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Fentanilo contaminado: Renato tenía 18 años, y lo mató el sistema

Tenía 18 años, un accidente y una oportunidad de sobrevivir. Lo que no tenía era margen para el error de un sistema que, en lugar de curarlo, lo expuso a una sustancia contaminada.

Jueves, 05 de junio de 2025 a las 00 53

Por Redacción

Jueves, 05 de junio de 2025 a las 00:53

Renato fue una de las víctimas fatales del fentanilo adulterado que ya provocó 34 muertes en hospitales del país. Su mamá, Sol, rompió el silencio y exige justicia.

La historia de Renato comienza con una moto y una curva en Chascomús. Tuvo un accidente, uno grave, pero no terminal. Fue trasladado de urgencia al Hospital Italiano de La Plata. Su cuadro era complejo, pero al llegar estaba lúcido. En palabras de su madre: “Dentro de la gravedad, estaba estable”.

Lo que siguió fue una cadena de decisiones médicas bajo condiciones que hoy están bajo sospecha. Desde el primer día, Renato recibió fentanilo como parte de su tratamiento. No sabían, nadie lo sabía aún, que ese fentanilo podía estar contaminado.

“Al cuarto día nos dijeron que tenía neumonía. Nos parecía raro, pero podía ser”, relató Sol, aún quebrada por el recuerdo. “Al quinto día lo sedaron, y él todavía tenía respuestas: hablaba, se movía, reaccionaba. No era un cuerpo sin vida”.

Pero algo cambió. El parte del octavo día fue devastador: meningitis, fiebre incontrolable, nueva cirugía, y de pronto, silencio. “Después nos dicen que tiene muerte cerebral. Fue un mazazo. No entendíamos cómo habíamos pasado de una neumonía a esto”, dijo.

Poco después, otro familiar de un paciente internado escuchó algo que prendió una alarma: el nombre de Renato estaba en una lista de posibles casos relacionados al fentanilo contaminado. Fue el primer indicio de que lo que parecía una complicación médica era, en realidad, parte de una tragedia mucho mayor.

 

La Justicia Federal de La Plata avanza en una causa que ya derivó en allanamientos a la sede de ANMAT y a la empresa HLB Pharma, el laboratorio que produjo el lote sospechado. Según los investigadores, hubo decenas de pacientes internados a los que se les suministró fentanilo en condiciones no seguras. El patrón que los une: todos comenzaron a empeorar súbitamente tras recibir esa droga.

“Queremos saber todo. No podemos enterrar a nuestros hijos sin respuestas”, exige Sol. Mientras las autoridades intentan reconstruir lo que pasó, las familias viven entre el dolor de la pérdida y la indignación de un silencio que todavía no se rompe.

El caso de Renato no es aislado, pero sí duele con nombre propio. Es la historia de un pibe que podría haber vuelto a casa. Pero no volvió.

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